Si tocas un instrumento de cuerda, como un violín, una viola, un violonchelo o un contrabajo, es posible que la sensación y el sonido cambien casi a diario. ¿Por qué sucede esto? La respuesta es que las maderas de abeto y arce de tu instrumento son materiales higroscópicos, lo que significa que absorben la humedad de la atmósfera que los rodea. Nunca debemos olvidar que los materiales naturales que componen un instrumento de cuerda provienen de los organismos vivos que llamamos árboles.
Esos árboles toman nutrientes del suelo, la luz solar y el agua, y respiran dióxido de carbono y expulsan oxígeno, lo contrario de lo que hacemos. A pesar de que un árbol sea talado y se convierta en el instrumento que tocas, la madera sigue reaccionando a su entorno. Y estos cambios significan que tu instrumento necesitará ser revisado regularmente por un técnico capacitado conocido como luthier.
¿Que es un luthier?
Un luthier es un profesional altamente capacitado que se especializa en la artesanía y el mantenimiento de un instrumento de cuerda. Estas personas dedican años a estudiar la madera y la construcción de instrumentos y aunque un violín ya suene bien, el luthier busca constantemente formas de hacer que suene mejor y sea más cómodo para el músico que lo usa.

¿Con qué frecuencia hay que visitar a un luthier?
La frecuencia con la que necesitas llevar tu instrumento a un luthier depende de muchos factores, incluida la frecuencia con la que lo tocas y cuán drástico es el cambio estacional en el lugar donde vives. En general, es una buena idea que un luthier revise tu instrumento al menos una vez al año. Tras la inspección, el luthier buscará lo siguiente:
– Estado general e integridad del instrumento. ¿Hay zonas abiertas o grietas en la madera? Estas cosas son inevitables en la vida de cada instrumento de cuerda y no son culpa del ejecutante, pero si ocurren, es necesario un servicio inmediato. Cerrar una apertura que se ha despegado suele ser un asunto simple en el que el luthier aplica gotas de pegamento para pieles y sujeta la zona durante la noche para asegurarse de que esté bien cerrada. Las grietas, por otro lado, presentan más de un problema. A menudo, el luthier necesitará quitar toda la tapa superior del instrumento para instalar “tacos” en el interior para mantener la grieta sellada en su lugar y completar la reparación.
– Inspección de puentes. ¿El puente del instrumento está sano y bien posicionado sin deformaciones? ¿Son correctas las holguras de las cuerdas? De lo contrario, el puente puede requerir algún ajuste o incluso reemplazo.
– Inspección del diapasón. ¿El diapasón está liso y bien formado? Durante largos períodos de tiempo, el movimiento de las manos y las cuerdas provocará un desgaste que un luthier puede remediar remodelando y restaurando el contorno del diapasón. Esto ayudará tanto con la entonación como con el cambio de posición, haciendo que el instrumento sea más cómodo y receptivo.
– Estado de las clavijas. Las clavijas son un componente móvil del instrumento y, con el tiempo y el uso constante, los orificios de las clavijas pueden volverse ovalados debido a la tensión de las cuerdas. Esto puede provocar que se deslice o se pegue, lo que provocará problemas de entonación. El luthier determinará cuándo deben repararse, un proceso en el que se usa un escariador para restaurar los orificios de las clavijas a una forma circular. Luego se aplica un compuesto a los ejes de las clavijas y se reinician en la caja de clavijas para una acción de afinación suave y confiable.
Quizás la parte más importante de una revisión es el ajuste del alma. Las almas de violín se cortan para encajar perfectamente en un lugar seleccionado para apoyar completamente la tapa superior y maximizar el tono del instrumento. Con el tiempo, el alma puede volverse demasiado corta o demasiado larga y debe volver a cortarse o moverse para maximizar el tono. Si es demasiado corta forzará una colocación que puede minimizar el tono o causar nasalidad, y puede comprometer la tapa superior si se deja demasiado corta. Un alma larga puede volverse demasiado apretada, causando también un sonido débil y, nuevamente, comprometiendo la tapa. Una grieta en la placa superior en el área del alma es quizás la grieta más grave posible: muy costosa de reparar, altera el tono y se devalúa, definitivamente algo que debe evitarse.
Además de revisar el alma, el luthier revisará si hay costuras abiertas. Las placas superior y posterior están pegadas a las nervaduras con un pegamento bastante débil que fallará cuando la madera se expanda o se contraiga. Esto es intencional; si la costura no falla, la madera puede agrietarse y provocar una reparación mucho más crítica. Las costuras abiertas se pueden volver a pegar con bastante facilidad. Las costuras abiertas pueden ser otra razón para el tono débil, ya que restringirán la vitalidad de la placa superior y pueden causar sonidos de «zumbido» no deseados que volverán loco a cualquier jugador.
Las clavijas también necesitan mantenimiento a medida que cambia el clima. La caja de clavijas de arce se expandirá en verano y se contraerá en invierno, lo que hará que las clavijas se vuelvan pegajosas o resbaladizas. Por lo general, esto se puede abordar con compuestos que el luthier aplica a las clavijas. Con el tiempo, los orificios de las clavijas pueden achatarse, por lo que un redondeo rápido de los orificios también puede ayudar a la eficacia de las clavijas.

Más allá de estos ajustes, una revisión podrá incluir una limpieza y pulido (la acumulación de resina dañará el barniz con el tiempo y puede reducir el tono), revisar las cuerdas (se desgastan o pierden el tono después de 6 a 12 meses meses de vida), revisar diapason supuesto, el luthier verificará cualquier otro problema que pueda haber surgido.
También es aconsejable realizar un mantenimiento adecuado del arco y sus cerdas. Un luthier puede cambiarlas en caso de que comiencen a escasear, o bien puede limpiarlas (aunque esta tarea también puedes realizarla tú mismo). También podrá reemplazar la pieza de cuero en caso de que esté desgastada y reparar otros detalles en la vara.
