
Casos en los que músicos virtuosos son encontrados en las calles por cazatalentos quizás no sean tan excepcionales. Hace años el uso de Internet no estaba tan generalizado, por lo que debías tener la mejor de las suertes para que la persona adecuada te viera tocar en el momento exacto y que eventualmente esto suponga que alguien más pudiera conocer tu talento. Hoy en día si un músico busca el éxito puede contactar y enviar sus grabaciones a cualquier parte del mundo y difícilmente quedaría desapercibido.
Pero lo que trataremos hoy concretamente serán los músicos callejeros, abordaremos los tópicos más frecuentes y veremos algunos casos bastante inspiradores.

¿Tocar en la calle es señal de pobreza o fracaso?
¿O más bien toda la calle es su escenario? A menudo olvidamos que en la calle también hay público. Este público es más pretencioso y difícil de impresionar, pues no ha pedido oir música, la oye sin querer y sigue caminando. De los caminantes, algunos desearán quedarse a escuchar pero continuarán con sus quehaceres, otros lanzarán una moneda al estuche del músico acelerando el paso y un porcentaje bastante menor se parará a escuchar. Lo cierto es que ya no basta con interpretar una obra, el músico callejero debe destacar y sorprender aún más.
Pero, ¿es la creatividad interpretativa algo que solamente se encuentra en las calles? Instrumentos como el violín no permiten demasiadas opciones interpretativas. Para que alguien sea considerado violinista profesional, generalmente deberá atenerse a las normas y contenidos establecidos por las escuelas clásicas o de jazz. Este hecho deja muy pocas alternativas a los artistas jóvenes que desean explorar nuevos horizontes con el violín. Aún así, muchos de ellos optan por sacar su música al exterior y presentar su toque más personal.
¿Tocar en la calle es algo vergonzoso?
Todo lo contrario, pues esto podría ser un estupendo ejercicio para superar el miedo escénico. Es habitual sentir algún tipo de reparo al principio, pero quizás te ayude a superar la ansiedad el pensar que estás alegrando el día a los transeuntes con tu música.
Normativa referente a los músicos callejeros
Otro dato curioso es que los artistas callejeros también deben pasar pruebas y adquirir licencias para poder tocar en la calle o en el metro. Ciudades como Barcelona, Berlín, Dublín, Roma, Nueva York, Motreal, Londres y París requieren licencias específicas a los músicos.
En Madrid los artistas callejeros que pretendan llevar a cabo actuaciones musicales en el distrito Centro, tienen que solicitar autorización individual. Estas autorizaciones serán personales e intransferibles y no podrán ser objeto de cesión o transmisión y deberán ser exhibidas durante las actuaciones. Las autorizaciones se otorgan por semestres naturales del 1 de enero al 30 de junio y del 1 de julio al 31 de diciembre, surtiendo efecto desde el inicio de cada uno de ellos hasta su finalización. Se establecen dos periodos de solicitudes para cada uno de los semestres y un periodo excepcional para los meses de julio y agosto.
En Barcelona hay dos tipos de permiso, uno para la calle y otro para las instalaciones de metro. En el primero, los músicos reciben los permisos mediante la petición y posterior sorteo de las plazas que existen para tocar en la zona de Ciutat Vella. Este sorteo es aleatorio y da el mayor número de oportunidades a los músicos para evitar favoritismos en cuanto a los mejores puntos de interpretación en la calle. En el segundo, los músicos realizan una prueba para verificar que realmente son músicos.
En Roma, los artistas han de registrarse por la Oficina del Departamento de Cultura para obtener un permiso de una duración máxima de cinco días consecutivos. También existen dos clases de ocupación: una a largo plazo durante varios años sin renovación, y otra anual que se renueva cada año.
En el Metro de Nueva York, los interesados han de enviar una solicitud con su actuación grabada. Las solicitudes son examinadas y, finalmente, los 60 artistas escogidos presentan su trabajo en 5 minutos ante un tribunal.
En el Metro de Londres, los músicos pasan unas audiciones para obtener la licencia con una solicitud previa para valorar sus actuaciones y garantizar la calidad de los mismos.
En el Metro de París se seleccionan a los músicos mediante un jurado que está compuesto por los propios empleados del metro y sólo se otorgan 350 permisos. Se evalúa la calidad musical, la presentación y la motivación del artista en audiciones cada seis meses. Para ello, es necesario haberse presentado a una de las dos audiciones anuales —primavera u otoño—, pasar el examen de admisión y pagar 16 euros por el expediente para tener una credencial que autoriza a amenizar a los viajeros.

Para finalizar, algunos ejemplos de artistas callejeros o «buskers» que asombran por su creatividad, no te los pierdas
Javier Meneses
Djinn Maury
Stefan Dymiter
Referencias:
Sede electrónica del Ayuntamiento de Madrid
Análisis de normativas para artistas callejeros: el caso de los buskers. – Alicia Martínez Gil
Muy bueno! Gracias
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