La música y la pintura tienen una estrecha relación. Los factores ambientales como los colores, el brillo u oscuridad, el olor y los sonidos desencadenan diversas emociones y sentimientos dentro de nosotros. Como tal, las experiencias auditivas entran en el proceso creativo y afectan a las obras de arte. La evidencia sugiere que cuando un tipo particular de música y pintura tiene lugar en el mismo entorno, el resultado de la pintura será distinto.
Por otra parte, podemos establecer muchas conexiones directas entre pintores y compositores, no solo en los retratos de compositores, sino también en la representación de músicos, instrumentos y partituras, la visualización de lo invisible, la esencia misma de la música. Muchos pintores, especialmente los de la época romántica, consideraron la música como la más pura de las artes que, por su inmediatez, toca el espíritu y el alma. Durante su tiempo, la música en la pintura se expresó generalmente de manera figurada, mientras que más adelante en el siglo XIX y sobre todo a lo largo del siglo XX, la efusividad y abstracción de la música fue paralela al movimiento hacia la abstracción en la pintura.
Hoy hemos seleccionado algunas imágenes de pinturas que contienen instrumentos musicales, sobre todo de cuerda frotada. Todas estas pinturas nos muestran la música en distintos contextos y épocas, además de la transformación que han sufrido los instrumentos musicales con el paso del tiempo.
El sentido del oído – Jan Brueghel el Viejo y Peter Paul Rubens ,1617 – 1618

Perteneciente a la serie de pinturas «Los cinco sentidos», localizada en el Museo del Prado de Madrid. Aquí, para unos Euterpe (la musa de la música) y para otros Venus toca un laúd, mientras Cupido canta. Un ciervo que está cerca también alude a la audición, ya que el animal era un símbolo común del poder del oído en el siglo XVII. Algo curioso aquí es la presencia de relojes que producen un tic-tac, lo que simboliza que incluso el “tiempo no es silencioso”. El amplio plano de esta sala con la naturaleza de fondo da una impresión de amplificación del sonido, haciendo que la música viaje más allá de los confines de la sala.
Autorretrato con laúd – Artemisia Gentileschi ,1610

Representaciones de Santa Cecilia
Al hablar de música y pintura, es casi obligatorio mencionar a Santa Cecilia y sus numerosas apariciones en obras de arte, a menudo representada tocando algún instrumento musical.
Santa Cecilia, quién algunos comparan con «el Orfeo» de la mitología cristiana, es un personaje también conocido como patrona de los invidentes y los músicos. El relato más célebre de la vida de Santa Cecilia está contenido en los Hechos de su martirio, escritos en el siglo V. Probablemente solo los hechos principales de este documento se hayan recibido de fuentes auténticas. Estos Hechos se han transmitido en numerosos manuscritos y también se han traducido al griego.
Santa Cecilia – Artemisia Gentileschi

El éxtasis de Santa Cecilia – Raffaello Sanzio ,1516 –1517

Santa Cecilia – Pedro Díaz ,1770

Un ángel tocando el laúd – Melozzo da Forlì, 1480

Fragmento del Retablo de Isenheimer – Matthias Grünewald 1506–1515

Descanso en la huida a Egipto – Michelangelo Merisi da Caravaggio 1597

Naturaleza muerta con instrumentos musicales – Evaristo Baschenis , hacia 1660

Una mujer tocando el clavicordio – Gerrit Dou, hacia 1665

Violín y uvas – Pablo Picasso, 1912

Picasso decidió alejarse de los principios estándar y aburridos de representar varios objetos, dando así al espectador la oportunidad de ver el lienzo a su manera. El violín sobre el lienzo está dividido en muchas pequeñas partículas complejas que se invita al público a ensamblar en un solo objeto. A pesar de los detalles fragmentados, todos están realizados con cierto grado de detalle. No tenía el objetivo de retratar el violín exactamente, quería capturar la melodía que este instrumento musical podía crear. Este bodegón fue creado en la época del cubismo sintético, que se caracteriza por el uso de collages y aplicaciones.